Centenares de personas protestaron en Tiflis, Georgia, ante la sede de la televisión Imedi, que sembró el pánico en Georgia tras difundir un falso anuncio de una nueva guerra con Rusia y de la muerte del presidente georgiano, Mijaíl Saakashvili.
La falsa información fue emitida en horas de máxima audiencia para animar el debate sobre la posibilidad de otra hipotética crisis en el Cáucaso.
La difusión del programa colapsó las líneas telefónicas en el país, lo que contribuyó al pánico, en particular cerca de la región separatista y pro-rusa de Osetia del Sur, por cuyo control ya se enfrentaron militarmente Georgia y Rusia en agosto de 2008.
El impacto del programa fue sobre todo notable en las zonas vecinas de Osetia de Sur y de Abjasia, la otra región separatista, donde muchos habitantes georgianos se lanzaron a evacuar a sus familiares.