¡Ring! Primer día de clases. La emoción se apodera de los jóvenes, por lo menos en las primeras semanas.
Los chicos de la secundaria- con el dilema de todos los años- quieren el busito más "pretty".
Pero detrás de esos colegiales "pifiosos" viene un sinfin de problemas, a los cuales los acudientes deben ponerle mano dura.
De acuerdo al Inspector Rogelio Harris, de la Dirección Especializada en Adolescentes de la PTJ, los padres de familia que hayan contratado los servicios de un bus escolar deben conocer el domicilio del conductor y saber a qué se dedica después de trasladar a los estudiantes.
No se debe permitir que sus hijos sean entregados a sus casas después de las horas estipuladas.
También recomiendan conocer las amistades de los hijos, números de teléfonos y el lugar de residencia.
La División Especializada en Adolescentes también recomienda a los estudiantes no atender a personas ajenas al colegio, ni recibir artículos de dudosa procedencia, porque éstos pueden llevarlos a consumir estupefacientes y a cometer actos delictivos.
El Inspector Harris manifestó que entre las denuncias más comunes relacionadas con los busitos colegiales, destacan el tirar papeles o botellas por las ventanas a los vehículos que transitan a su lado.