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El alto comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Sergio Vieira de Mello, condenó la situación jurídica de los prisioneros en Guantánamo. "No puedo aceptar la idea de un agujero negro jurídico", comentó a los periodistas en Ginebra el veterano diplomático brasileño.
El martes pasado, un tribunal federal de apelaciones de Estados Unidos se declaró sin jurisdicción para recibir la demanda de ciudadanos del Reino Unido, Australia y Kuwait, detenidos en Afganistán y trasladados luego a la base militar ubicada en la isla de Cuba.
Se trata de 16, de los más de 600 prisioneros, sospechosos de ser combatientes del movimiento Talibán y la organización Al-Qaeda, que fueron capturados durante el ataque que encabezó Washington luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001.
DERECHOS SUSPENDIDOS
"Si se controla un territorio, se dispone de una fuerza militar en él y se construye un centro de detención en el que hay unos 650 detenidos, no se puede decir que la ley del país que lo controla no se aplica", manifestó Vieira de Mello. El alto comisionado de Naciones Unidas para los derechos humanos calificó de "inconcebible" que se reconozca un principio de "no jurisdicción" ya que representaría admitir que es un lugar "libre para hacer de todo".
"Si mañana alguien es asesinado en ese territorio, ¿quién juzgará ese crimen?", se preguntó, para seguidamente sentenciar: "que me lo expliquen; para mí, en el año 2003, es inconcebible. Washington viene sosteniendo desde un principio que los detenidos en Guantánamo no tienen derechos bajo el sistema legal de Estados Unidos. |
