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El torpedero de los Yankees de Nueva York Derek Jeter prefirió no hablar más del caso del panameño Rubén Rivera.  |
Hace 73 años existió un ladrón en la organización de los Yanquis de Nueva York. Se llamaba Leo Durocher, un incompleto campo corto que le robó ni más ni menos que a la leyenda Babe Ruth. Tom Keegan, reportero del New York Post, contactó a Elden Auker, un lanzador con un estilo submarino que jugó en la Liga Americana desde 1933 hasta 1942.
Auker, de 91 años, irrumpió en los Tigres en 1933 y hasta descubrió un apartamento para hospedarse en el Hotel Leland, donde visitaba equipos estando en Detroit. Auker llegó a ser amigo de la seguridad y staff del hotel. Ellos le contaron la historia de la golpiza que le dio Ruth al insensato de Durocher en uno de los cuartos del hotel, un cuento que Auker llama una manera de dejar su audiencia fría.
Cuenta la historia que Ruth había sido avisado por algunos compañeros de equipo que "ciertas cosas se estaban perdiendo, plata, relojes y otros objetos de valor", recordó Auker, un antiguo compadre de golf de Ruth. "Babe perdió un reloj de oro".
Para atrapar al ladrón Babe ideó un plan. Enrolló 5 billetes de B/. 100 y lo dejó de tal manera que el ratero lo viera. Ruth "llegó tarde una noche y mientras Durocher estaba durmiendo, registró su bolsa. El rejoj dorado cayó al piso y también encontró los 5 billetes de B/. 100".
Lo que pasó a continuación fue bochornoso. "Babe lo despertó y limpió el cuarto con él (le dio una puñera). Estuvieron haciendo mucho ruido, por lo que la seguridad llegó al cuarto y abrió la puerta. Un seguridad me dijo que lo mejor que pudieron haber hecho fue, precisamente, abrir la puerta porque, de lo contrario, Babe lo mataba", relató.
Los Yanquis inmediatamente llamaron a Leo, el Clip.
"La historia se expandió hasta la Liga Americana y se le dio bola negra a Durocher", dijo Auker. "Si no hubiese sido porque Branch Rickey le dio una segunda oportunidad, la carrera de Durocher hubiese llegada a su fin en ese momento", sentenció. |