La Comisión de Derechos Humanos de la ONU iniciará hoy su último periodo anual de sesiones después de 60 años de existencia y de múltiples críticas por su politización y falta de credibilidad, pero lo hace en medio de la incertidumbre política.
Comenzará con una votación -presidida por el embajador de Perú, Manuel Rodríguez Cuadros- en la que sus 53 miembros habrán de decidir si aplazan por una semana esas reuniones, que estaban previstas hasta el próximo 21 de abril, según decidieron los países el 10 de marzo.
La Comisión, que se reúne periódicamente durante seis semanas al año desde 1946, es la encargada de vigilar el cumplimiento de los derechos humanos en el mundo.
Pero ha sido muy criticada por su politización y por la falta de credibilidad y eficacia de sus trabajos, así como porque en sus reuniones se han sentado países con escasa credibilidad en el cumplimiento de los derechos humanos que dice defender.
Por ello, la ONU decidió en 2005 su sustitución por un Consejo de Derechos Humanos (CDH) nuevo, idea de Kofi Annan, en cuyo diseño y configuración se ha trabajado durante cinco meses y se ha logrado el apoyo de la mayoría de la comunidad internacional, a excepción de Estados Unidos.