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Desde que doña Mireya Moscoso ganó las elecciones en 1999, me preparé anímicamente para hacer oposición, para ello esperé que el nuevo CEN del PRD con Martín Torrijos como su Secretario General empezará a recorrer el país. Mientras tanto la membresía del Partido Revolucionario Democrático puso sus ojos en Martín y los miembros del Comité Ejecutivo Nacional, esperando la orden, para dar el inicio a una oposición, y así evita el desastre que se avecinaba.
Para sorpresa nuestra, sólo escuchamos de su parte un silencio, y cuando requerimos el porque de ese silencio, comenzamos a escuchar por parte de la dirigencia del PRD algo que laceró nuestros oídos, "Nuestra Oposición es una Oposición diferente, se caracteriza por ser inteligente y no emotiva". Con ello justificaban o trataban de justificar su silencio cómplice, pero lo que no sabíamos era que estábamos frente a una dirigencia que había llegado a la dirección del partido, cada uno con su propia agenda.
Tienen dos años de estar en sus cargos y lo que tenemos es a un PRD paralizado como partido, su organización en ocasiones envidia de otros partidos políticos no existe, los frentes de masas en otrora combativos han sido desmantelados, la presencia de la dirigencia del Partido en las marchas de protestas nunca se ha vuelto a repetir, las fechas símbolos, como el nacimiento de Omar, su muerte, su obra, su doctrina han sido olvidadas, inclusive trataron de incluir en la bandera del partido la letra M (de Martín) por el 11. |
