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Helicópteros israelíes destruyeron las oficinas de Yaser Arafat en la ciudad de Gaza la mañana de ayer domingo, horas después que un militante islámico se voló a sí mismo y mató a 11 personas en un concurrido café frente a la residencia del primer ministro Ariel Sharon en Jerusalén.
Estamos en guerra'', dijo Sharon a su gabinete. Debemos estar unidos y hacer todo lo posible por resistir esta ola de terror''.
El líder israelí señaló que estaba dispuesto a negociar con los palestinos para un cese al fuego, pero que Israel no pondrá fin a sus ataques contra militantes. Si el terror continua, nuestras operaciones continuarán'', matizó.
Ayer un palestino disparó contra israelíes en las puertas de un asentamiento judío en la Franja de Gaza e hirió a dos hombres, a uno de ellos gravemente, antes de ser abatido a balazos.
El grupo Brigadas Al Aqsa, milicia afiliada con el partido Fatah de Arafat, se adjudicó la responsabilidad del tiroteo.
En respuesta, helicópteros y barcos artillados dispararon ayer por lo menos 25 misiles contra el gran complejo de Arafat en la ciudad de Gaza. La mayor parte del edificio de dos pisos se derrumbó. No hubo víctimas porque había sido desalojado. |
