EDITORIAL
Daño a la marina mercante
La marina mercante es uno de los pilares de la economía panameña, por eso la denuncia sobre la expedición irregular de un certificado para primer oficial, pone en aprietos a nuestro país.
La denuncia no la hace cualquiera. Se trata del dirigente de la Federación Internacional de Trabajadores del Transporte, con sede en Londres, quien afirma que pagó $4,500 por el documento fraudulento.
La licencia como primer oficial le permite al beneficiario operar un barco y ser el segundo hombre en mando, después del capitán de la nave.
Panamá ofrece muchos atractivos para la marina mercante mundial, entre ellos, el Registro Naval Abierto, Red Consular Mundial, Canal de Panamá y servicios conexos, régimen de Sociedades Anónimas, infraestructura portuaria en ambos océanos, Centro Bancario Internacional y Zona Libre de Colón.
Por esas y otras ventajas, nuestro país ostenta el primer lugar en el mundo en abanderamiento de naves, tanto en número de barcos como su tonelaje, superando ampliamente a Liberia.
Pero todo ese prestigio se ve afectado por funcionarios corruptos, que vencidos por la tentación del dinero, acceden a emitir documentación para personal que no llena los requisitos.
Al menos en este caso, la medida adoptada por la Autoridad Marítima, de enviar de vacaciones al personal de la oficina que supuestamente emitió la certificación irregular, es plausible.
Esto demuestra que la Autoridad Marítima debe reforzar al personal encargado de inspección de Seguridad Marítima, que tienen a su cargo ejecutar la revisión obligatoria para las naves que naveguen bajo bandera panameña, para determinar si cumplen con las normas de seguridad que exigen las leyes y reglamentos nacionales e internacionales vigentes.
Este caso, más las acusaciones que hacen prestigiosas revistas en torno a las supuestas irregularidades en la expedición de certificados panameños para marinos de Filipinas, constituyen temas que deben ser investigados hasta las últimas consecuencias.
Panamá no puede darse el lujo de caer ahora en una nueva lista de negra, porque estamos poniendo en peligro la economía de servicios, que es lo único que nos ayuda a que la crisis que envuelve al país, no sea peor.
PUNTO CRITICO |
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