Según algunos expertos consultados, el hombre panameño, y en algún grado la mujer nacional, no son dados a expresar con facilidad sus sentimientos.
Los hombres, por ejemplo, son secos y fríos con sus hijos a medida que van creciendo. Tal vez cuando están chicos sí demuestran ternura y trato cariñoso, pero cuando ya son preadolescentes y jóvenes hechos y derechos, abandonan las expresiones cariñosas.
Las mujeres también son así en algunos casos. Se comunican con sus vástagos únicamente para regañarlos, para corregir entuertos de infantes, pero muy poco para mimarlos y decirles cuánto les aman.
Si no se les da cariño a los muchachos, así mismo serán personas frías y poco comunicativas con sus hijos.
Los chicos son reflejo de lo que sus padres son y hacen con ellos.
Nuestra sociedad será una comunidad de mudos y estatuas indiferentes, sí en esas circunstancias crecen los chiquillos. |