A ORILLAS DEL RIO LA VILLA
Pescadores artesanales (I)
Santos Herrera
Debido a la afluencia de
ríos como el Santa María, Parita, La Villa, Guararé,
Mensabé, río Grande y río Chico, el Golfo de Parita
ha sido históricamente un criadero de moluscos, peces y crustáceos.
Como dichos torrentes de agua desembocan en esta parte del litorial pacífico,
arrastran una buena cantidad de plancton, que sirven de alimentos a las
distintas especies marinas que se acercan a sus orillas. Hace miles de años,
el hombre primitivo, en su largo caminar, pernoctaba por estas costas y
subsistía a base de conchas, cangrejos, camarones, caracoles, longorones,
ostiones, etc., por lo que en el mundo prehistórico panameño,
se le conoce como la civilización de los concheros, que tuvo su asiento
en lo que hoy es la Playa El Retén de Monagrillo.
Cuando los españoles arribaron a nuestras playas, en su afán
de arrebatar bienes y riquezas, y de arruinar los valores culturales de
nuestros aborígenes, se percataron de las incomensurables riquezas
del mar, que bondadosamente ayudaba al sustento de los indígenas.
En los inicios de la colonización, surgió la pequeña
aldea de pescadores, que continuaba dependiendo del mar, pues sus habitantes
capturaban pescados, camarones, cocálicas, burgaos, conchas y otras
especies que calmaban su hambre todos los días. El vínculo
de los primeros fundadores del humilde caserío con el mar, cada vez
se hacía más fuerte y en la misma medida en que aumentaba
la población, la explotación de esos recursos marinos aumentaba.
Así surgió primero Monagrillo, después Chitré,
La Arena y otras comunidades a pesar de que parte de los moradores inician
otras actividades comerciales como la ganadería, agricultura, industrias
caseras, etc., un núcleo considerable en cada pueblo, sigue explotando
las riquezas del Golfo de Parita, permitiéndoles a numerosas familias
llevar una vida con limitaciones, pero decorosa. De esta manera se forjan
barrios exclusivos de pescadores, como los de La Boca de Parita y La Dormidera
en Monagrillo, el de la Calle Abajo de Chitré y otros en La Arena.
Fue Encarnación Peralta, hombre moreno y fuerte, con afición
a los libros conversador ameno, nacido en Buenaventura, Colombia, quien
revolucionó el sistema de la captura del camarón en esta región,
trayendo a Monagrillo, por primera vez, una atarraya. El suceso, realmente
transformó el método de explotación de tan codiciado
crustáceo, mejorando en forma considerable la economía lugareña.
Poco después, llegó el alambre "gallinero" y afloraron
en nuestras playas los famosos "chiqueros", que en cada marea
apresaban gigantescos camarones que no cabían por el hueco del alambrado;
hermosas corvinas, boquiamarillas, róbalos, pargos; enormes tiburones,
meros, bagres y jureles. Se capturaban tantos pescados de diversa calidad
en esos chiqueros como el de Marcelo, Pantaleón, Antonio Palma y
Lolo, que a veces se juntaban dos mares, sin poder sacar los animales encerrados
en la primera.
(Continuará)
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AYER GRAFICO |
Conferencia de prensa para los Undécimos Juegos Centroamericanos
y del Caribe en nuestro país |
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