CUARTILLAS
Disgustos
Milciades A. Ortiz Jr.
He advertido varias veces
que con estas elecciones hay que evitar las peleas y problemas causados
por la tensión del momento. Los panameños no tenemos la suficiente
"cultura política" para ser contrincantes solamente. Aquí
hay verdaderos enemigos a muerte, en muchos casos.
Entonces la política lo que viene a traer es la división
entre la familia panameña, que de por sí no está muy
unida que digamos. Esto lo vemos en grupos donde unos votarán por
este candidato y otros por uno distinto. A veces surgen peleas y odios que
nada bueno producen en el seno familiar.
Es que el panameño tiene alta emotividad en las cosas que hace
y piensa. Y en la política hay muchas ocasiones para que los primos
se dejen de hablar ; los hermanos no se comuniquen mucho, y que surja el
recelo incluso entre padres e hijos.
Estoy seguro que algunos de esos rencores surgidos al calor del actual
proceso político, continuarán luego del dos de mayo. Es lamentable
que ello ocurra, y desde este escrito lo advierto para que evitemos al máximo
el rompimiento de la armonía familiar por estas elecciones.
Por eso es que en mis escritos (columnas) trato de no influir en mis
lectores para que voten por tal o cual candidato. El hecho de ser periodista
y escribir para miles de personas, no me da autoridad para imponer mi manera
de pensar a nadie.
Eso sería un irrespeto, pues convertiría a mis lectores
en meros seguidores de mis pensamientos. Yo deseo lectores que tengan su
propia manera de pensar. Con mis escritos, lo único que pretendo
es darles ideas, datos, comentarios, para que cada uno por su propia cuenta
tome la mejor decisión al votar.
No pertenezco a ningún partido político ni nunca he pertenecido
a uno. En lo personal los partidos para mí no tienen mucho valor
social, ni peso en nuestra sociedad. La mayoría de esos partidos
no responden a una idea, un deseo de mejorar al país, sino a los
intereses de unos señores que piensan lograr beneficios con el disfrute
del poder.
Hay partidos en Panamá tan personalistas, que cuando el "líder"
no actúa, todo se viene abajo. Otros son tan oportunistas, que hoy
están con el gobierno y mañana con la oposición, según
les convenga a los intereses de "sus dueños".
Los más de cincuenta mil personas que tienen un partido político
muchas veces son meros números. No se les toma en cuenta a la hora
de las decisiones, aunque esta vez hubo el fenómeno de "las
primarias". Pero ya vieron Uds. cómo algunos se disgustaron
con los resultados de las primarias y no los respetaron. (Además,
unas primarias pueden ser manipuladas).
Esa es mi manera de pensar, que no deseo imponérsela a ninguno
de mis lectores. Si Uds. creen en los partidos políticos, allá
Uds. Los felicito por creer en algo y respeto su opinión, como pienso
que se debe respetar mi manera de pensar.
En otros países la política es un oficio como cualquier
otro. Aquí en Panamá hay muy pocos "políticos
profesionales" y tal vez por eso no tenemos todavía una cultura
política fuerte. (Recuérdese que durante veintiún años
los militares nos impidieron participar en un proceso democrático
de elecciones limpias y honradas).
Bien: así que cada uno debe actuar en la política según
su manera de ver las cosas. De los periodistas reciban orientaciones pero
no imposiciones, porque la verdad no es absoluta de nosotros.
Eso sí, vuelvo al principio, a recomendar a mis lectores que
no destruyan sus relaciones familiares y de amistad, por culpa de la política
(y politiquería). Porque si así fuera, entonces habría
que añadirle otra cosa negativa a la actividad política panameña
del momento.

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