Con la seriedad y el respeto de la gente que crece rodeada de buenas costumbres y grandes valores, pudimos conversar con una de las promesas del acordeón joven panameño, Ramón Saldaña quien ha logrado importantes títulos en la ejecución del instrumento que desde los 12 años ha formado parte de su diario vivir.
De madre santeña y padre chiricano, Ramón recuerda que su primer contacto con la música lo tuvo siendo estudinate de sexto grado, cuando formando parte del conjunto folclórico del Episcopal San Cristobal, prestaba mayor atención a la ejecución de los instrumentos que a los bailes.
Desde que el director del grupo le dió la oportunidad fue mejorando su técnica y profesionalismo hasta convertirse el acordeonista del plantel, además de otros grupos, lo que le ha dado la oportunidad de viajar a Eurpoa, Estados Unidos y países de América.
Como dato curioso cuenta Ramón, que su primer acordeón se llamó "La Mariposa". Pero esto no fue casualidad, pues quien se lo compró fue su abuelo materno Gabriel Vargas, que vendió su mejor vaca, a la que llamaba "Mariposa" para comprarle el primer acordeón a su nieto. Es fiel admirador de Alfredo Escuderopero especialmente, Dorindo.
Recientemente Ramón logró el primer lugar en el concurso de acordeones"Felix Amores" en la Feria de la Chorrera quedándole sólo lograr el primer lugar del "Gelo" Córdoba en Gauararé para completar sus anhelos. No descarta la posibilidad de hacer su propio conjunto de música típica popular, pero esta conciente de lo costoso de ello. Por el momento Ramón, como muchos otros vive un poco de tocar su acordeón y trabajar como comerciante para mantener a su familia y a sus dos hija que también llevan el talento de su padre en sus dedos.