Un hombre se siente más que contento cuando su mujer es una chica sensual. Por eso, andar por cada esquina con un "cachetero" o una ropa diminuta puede resultar solo un paso para tomar el camino de la pasión.
Además, un beso, mirada o caricia provocadora lo puede dejar tentado. De allí la importancia de no perder la sensualidad, aunque se tenga años de relación.
La escena es sencilla: desde el instante en que te levantas de la cama comienza la tarea de la conquista. Entra al baño con una toalla "sexy", no lo dejes que entre, ponle seguro a la puerta (notarás cómo su ritmo cardiaco se altera). El siguiente paso es pedir que te ayude a secarte, solo permitiendo un par de besos.. Cuando te estés colocando tu ropa íntima, míralo con coquetería; eso lo calentará más. Una vez ambos se sientan que no pueden más, entonces escojan el sitio de la acción, y lo demás será explotar de puro placer, ayudado, claro está, de los juegos sexuales, las caricias y fuertes gemidos.. ¡Atrévete a todo!