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Mis adultos mayores no saben cuánto los quiero y los respeto. A través del programa recreativo "Jóvenes por Siempre", participo en actividades de carácter social, que están centradas en ofrecerle a esta población, jornadas recreativas y de sano esparcimiento, en las que comparten con sus contemporáneos temas y actividades de su interés.
Realizar estas jornadas me permite coadyuvar con la atención que requiere esta población, la cual está en incremento, y brindarle calidad de vida que de alguna manera, a través de instituciones de salud y otras asociaciones, permiten que actualmente la esperanza de vida de nuestra población adulta esté cerca de los 80 años.
Recientemente, en el distrito de San Miguelito se realizaron los Juegos Florales para adultos mayores, y fue todo un éxito. Delegaciones provenientes de Panamá Metro, Panamá Este, Chiriquí, Bocas del Toro y Colón se destacaron en diferentes disciplinas deportivas y culturales, evento en el que los anfitriones resultaron campeones.
Pese a este tratamiento que se le da a nuestros adultos mayores, muchos de ellos jubilados, siento un sinsabor por los acontecimientos que en los últimos días se han dado en ciudad capital, provocado por nuestros viejitos queridos; acciones que está afectando a terceros, incluso, ponen en duda el lado humano de quienes organizan los cierres de calle para pedir se les cumpla una promesa.
Les reitero, los quiero y respeto, pero no puedo respaldar acciones de presión que ponen en peligro la vida de terceros. No estoy de acuerdo, pues se valen de su condición y del amor y consideración que les tenemos para cometer actos que ponen en duda la calidad humana de cada uno de los que participa en estas manifestaciones.
No es posible que cierren las calles por horas, y afecten el libre tránsito y, por ende, al pueblo; no es correcto que tiren objetos contundentes a vehículos que transitan, poniendo en peligro al conductor y a sus pasajeros; y mucho menos, es inaceptable el caso del motorizado que tuvo su vida en peligro, debido a una soga que se colocó en la vía, y luego del accidente no se observó el mínimo interés por parte de los manifestantes, de brindarle los primeros auxilios. Ustedes no pueden ir en contra de quienes los respaldan.
No le hagamos al prójimo lo que no nos gustaría que nos hicieran, recuerden un dicho de vieja data: "con la vara que midas serás medido y un poquito más". Defiendan sus derechos, acepten el diálogo, negocien, pero no abusen del amor y respeto que se les tiene, pues van a acabar con el respaldo que la ciudadanía les brinda.