Ahora que está de moda criticar a los tres magistrados del Tribunal Electoral (TE), por el asunto de los 16 años que según ellos dicen no tomaron vacaciones, hay otro punto cuestionable que merece ser analizado y estudiado: la libre postulación presidencial.
Como todo el mundo sabe, los tres magistrados fueron electos por partidos políticos tradicionales, que forman parte de una Comisión de agrupaciones partidistas desfasadas y anticuadas que no tienen un verdadero apoyo de la población panameña.
Muchos panameños se inscriben en los partidos políticos por el solo hecho de asegurar un puesto de trabajo en el gobierno de turno o quizás conseguir una posición salariada en un ministerio. Por ejemplo, si vemos los dos grandes partidos políticos, a saber el Partido Revolucionario Democrático (PRD) y el Partido Panameñista (PA, antes arnulfista), entre los años de cambio de gobierno más de 50, 000 panameños se mudan de partido a partido para evitar se despedidos.
Panamá puede ser motivo de una demanda internacional en foros sobre Derechos Humanos, debido al simple hecho que no permite la libre postulación presidencial. Hoy en día, se tolera la libre postulación para alcaldes, pero deben superar innumerables trabas jurídicas y de procedimiento para inscribirse en las papeletas electorales.
El cargo de Presidente está en manos de los partidos políticos, que como mafia, controlan el poder y se turnan el mismo cada lustro. ¿En verdad los panameños vivimos en democracia, habiendo estas discrepancias abismales que no permiten a otros ciudadanos postularse y acceder al poder?
Por espacio de quince años, muchos panameños han exigido la liberalización de las trabas electorales y que se permita a ciudadanos independientes postularse para mandatario de la República. Con las nuevas reformas constitucionales de 2004, ya se permite la postulación libre como diputado. ¿No sería acaso que se aceptó a regañadientes que había una injusticia en este asunto de las elecciones legislativas?
Se nos ha informado que una de las razones por la cual el Tribunal Electoral y los partidos políticos panameños no quieren la libre postulación es que surjan nuevas fuerzas de presión, fuera del entorno del grupo en el poder o los actuales sectores de la oposición.
¿Un gallo tapado? Puede ser, pero sentimos que los políticos tradicionales temen que aparezca un Hugo Chávez o un Evo Morales en Panamá. Sin embargo, ya Panamá ha tenido líderes populistas, incluso caudillos que sorprendieron a los entendidos creando nuevas agrupaciones. El General Omar Torrijos Herrera fue parte de un golpe de Estado en 1968 y creo en 1979 el PRD actual, por ejemplo.
Es hora que los panameños empecemos a presionar al Tribunal Electoral para que acceda a permitir que los independientes puedan postularse para la Presidencia. Y es que habiendo tantos profesionales panameños como doctores, ingenieros, abogados, arquitectos, docentes, etcétera, es obvio que en el Istmo han gente capaz, llena de energías para trabajar por el futuro provechoso que tiene nuestro país.
