El humo blanco todavía no ha comenzado a salir en Paso Canoas. El paro que mantienen los transportistas de carga internacional entra en su sexto día y aún no ha hay respuestas.
El marchamo electrónico sigue siendo la manzana de la discordia y está en el ojo de la tormenta, parece que nadie quiere tocar la papa caliente, ya que a pesar de la suspensión temporal del cobro del sello hasta el cinco de marzo, es una cuestión que no convence a la dirigencia transportista panameña.
José Morales fiscal de la Cámara de Transporte de Carga (CANATRACA), explicó que siguen a la espera del resultado de la reunión que efectuaron ayer las autoridades nacionales con sus homólogos en el vecino país. Son optimistas los transportistas al manifestar que esperan una buena negociación que favorezca al sector del transporte de carga, pero al no darse la solución, legalmente van a mantener la medida de presión.
Los transportistas sostienen que la actuación de las autoridades costarricenses al suspender el cobro del marchamo era para dilatar el movimiento y después darle larga al problema, para obligar el pago de esta implementación.
El paro del transporte en la frontera se originó cuando la dirección general de aduanas de Costa Rica, puso en ejecución una resolución el 15 de febrero que establecía la obligatoriedad al transportista de utilizar el precinto electrónico en todas las unidades de transporte que tengan como fin el tránsito aduanero o traslado de mercancías.
Por este precinto aduanero las autoridades ticas cobrarían a los transportistas B/.70 por carga internacional hasta Golfito y B/.100 para trasladarse hasta San José o Peñas Blancas.
La medida fue suspendida temporalmente mediante otra resolución de las autoridades de aduanas hasta el 5 de marzo. No obstante, los transportistas nacionales manifestaron que ellos continuarán con la medida de presión.
Pero no todo es malo en la Frontera, Catalino Gómez un vendedor de pipa asegura que para él que el paro continué porque ya ha vendido cerca de 400 pipas en un solo día. El negocio ha sido completamente rentable.
Por su parte, los dueños de los pequeños restaurantes y los comercios pequeños se han beneficiado enormemente porque todos han aprovechado la presencia de los cientos de conductores y sus acompañantes que se mantienen en el sector fronterizo.