Su solo nombre causó pánico entre los que con anhelo esperaban cosechar el fruto de su trabajo.
Esto fue lo vivido por los productores cafetaleros, ante la inminente presencia de la broca en julio y agosto del año pasado.
Aunque la mejor manera de combatir el mal fue a través del control cultural, es decir con normas usadas por el productor para mantener libre de enfermedades su siembra, existe ahora en Panamá una nueva arma contra las plagas.
Se trata del primer laboratorio de producción de bioplaguicidas, en Panamá, que ubicado en Boquete, provincia de Chiriquí, puede convertirse en el mejor aliado en la lucha contra las plagas y enfermedades de las plantaciones de esta área, de hecho la más productiva del país.
Ariel Espino, director de Sanidad Vegetal del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA), dijo a Nuestra tierra que entre las bondades que ofrece esta tecnología sobresalen la reducción en el uso de agroquímicos, pues ella propone el uso de productos netamente naturales en la lucha contra las plagas, además, manifestó el funcionario que ello asegura la obtención de productos más sanos.
Bajo el nombre del Laboratorio Barú Science, la empresa con capital privado ha realizado una inversión de B/.60, 000 con la que se han abierto cinco plazas de trabajo a científicos panameños.
En esta primera fase, la empresa ofrecerá sus servicios en las áreas cafetaleras de Boquete, para posteriormente abarcar todas las plantaciones con este rubro en la provincia, afirmó Rogelio Cruz, uno de los propietarios.
QUE OFRECE
Identificación de enfermedades, pruebas de eficacia de productos tanto biológicos como químicos, son en esencia los servicios que ofrecerá el laboratorio.
En una segunda fase, implementarán un laboratorio de suelos y de residuos de pesticidas para la agroexportación.