Poco después de que el príncipe Enrique volviera a protagonizar los titulares de los periódicos por un comentario "racista" (dijo a un cómico negro que no hablaba como un negro ni lo parecía ), sus jefes de las Fuerzas Armadas han decidido tomar medidas, según publica el diario The Daily Mirror.
A su entender, las salidas de tono del Príncipe pueden poner en peligro su reputación como oficial, por lo que éstas, que serán apuntadas en su historial militar, deben ser debidamente corregidas.
Fue así, cuando el hijo del príncipe Carlos llamó a otro soldado paki (una forma despectiva de llamar a los paquistaníes).
Ahora, sus superiores han decidido que el joven de 24 años asista a un curso contra el racismo, en el que se le haga comprender lo duro e injusto que son algunos de sus comentarios.
Por su parte, la Casa Clarence ha declarado que el príncipe Harry "se ha disculpado por sus comentarios y se ha sometido a los procedimientos disciplinarios habituales de la Armada. El asunto está cerrado".