En los pueblos de la provincia santeña, particularmente desde Guararé y Las Tablas hasta Tonosí, acostumbran para los carnavales realizar una reñida competencia o pugna entre dos tunas rivales, que conservan los nombres sugestivos de Calle Arriba y Calle Abajo.
Esta tradición no se haya bien explicada, aunque algunos creen que son recuerdos de las pugnas naturales entre las gentes de distinción y las de posición modesta.
La idea no nos parece muy atinada, porque precisamente en esa tierra nunca ha existido el prejuicio de señor y siervo, de pobre y rico. Algunas otras consideraciones nos parecen dignas de tenerse en cuenta.
Los nombres de Calle Arriba y Calle Abajo no significan división geográfica ni social del pueblo, sino grupos.
Los componentes de cada grupo suelen encontrarse a veces hasta en una misma familia. Lo importante es que haya la pugna, y por cierto que ellas han hecho hoy del carnaval tableño una de las más alegres y atractivas festividades de la República.
Cada bando tiene su gran cuartel, especie de cancha o "toldo" abierto en donde instalan su corte y bailes. De sus cuarteles, a horas señaladas, salen los grupos, cada uno con cientos de mujeres regiamente "empolleradas" que recorren las calles hasta encontrar al rival.
Fuente: Tambor y socavón de Manuel F. Zárate