Una temporada más. Me decía Nicolás Espinosa, un viejo amigo de la prensa deportiva... "Viene el mayor, vas a desempolvar tu columna de todos los años".
... Y es que cada año, en el día inaugural y por las últimas diez campañas, siempre sale una columna que habla de los estadios y sus características, ofreciendo detalles del torneo mayor y su apertura.
Hoy comienza el campeonato en un "viernes de cucarachas" donde los problemas que ha tenido la Federación de Béisbol suelen ser más importantes que el mismo evento deportivo. Un viernes de cucaracha donde a muchos colegas de la prensa deportiva le interesa más la pelea y los litigios de la dirigencia deportiva con dos comunicadores de la corporación MEDCOM (llámese Lemus Jiménez y José Pineda).
Señores, cada uno con la suya... y cada maestro con su librito. Lo que pasó... pasó y sólo hay que estar pendiente de lo que viene. Aquí la lucha y la pelea es con la mediocridad, con los inoperantes y con los que no hacen su trabajo. Aquellos que han estado haciendo su labor no tienen porqué quejarse. Pero los directivos de Ligas Provinciales tienen en su espalda el peso de una decisión que jamás podrán cargar.
El béisbol seguirá siendo el béisbol, sin importar quién esté al frente de la hueste beisbolera. Sin importar quién dirige la federación, quienes transmitan, escriban o hablen del tema.
Hoy viene Colón a jugar en el Nacional, violando todas las reglas habidas y por haber... Nadie puede tener moral para tratar de aplicar un reglamento, si se hizo con Colón, lo que les dio la gana. El solo hecho de traer a Colón a jugar sin hacer liga implica muchas cosas... entre ella la responsabilidad de hacer cumplir un reglamento o ley deportiva. Parece extraño, pero hasta el Instituto Nacional de Deportes, ha quedado involucrado en este "revulú". Se ha violado LA RESOLUCIÓN NÚMERO 11-97 J.D. DEL 29 DE ABRIL DE 1997, POR EL CUAL SE REGLAMENTA EL DEPORTE COMPETITIVO Y DE ALTO RENDIMIENTO. Pero no ha pasado nada... sigamos adelante, gana la irresponsabilidad y veremos al final, quién tiene la razón.
¡Viva el béisbol!