FAMILIA
El papá en la sala de parto

Tomado de
Internet
Para ambos padres es una incorporación de muchísimo valor y por distintas razones... Desde hace ya un tiempo empezó a ser común que los papás entraran a la sala de parto con sus mujeres. Aquella imagen del padre caminando el pasillo a lo largo y a lo ancho, a la espera de las noticias sobre el parto, queda cada vez más atrás en nuestros recuerdos. Para ambos padres es una incorporación de muchísimo valor y por distintas razones. Para las mamás, porque en ese momento tan particular de su vida como es dar a luz, poder tener al lado a su pareja es importantísimo en tanto él es quien puede hablarle y contenerla desde el afecto, sostenerle la mano, ayudarla a incorporarse para pujar, haciendo que no se sienta sola en ese momento en que tantas cosas dependen de ella. Para los papás, es la oportunidad de, además de poder ayudar a su mujer, poder estar presente en ese momento tan importante como es el nacimiento de un hijo. Verlo asomar a la vida, escuchar su primer llanto, son momentos imborrables que merecen ser vividos por ambos. También hay parejas en que esta presencia del padre en la sala de parto se ve dificultada por distintas cuestiones. Hay mamás que se ponen firmes en que prefieren estar solas, y papás que piensan que los van a tener que atender a ellos y no a la madre, u otras razones diversas y personales que como tales son respetables. Otros papás se asustan por pensar cuál será su rol en la sala de parto, y se tranquilizan al ver que no tiene nada que ver con el acto médico, sino más bien con el acompañamiento y con poder vivir él también una experiencia tan importante en sus vidas. Para estos papás que tienen distintas reservas queremos sugerir que hablen sobre los temores que tienen. Muchas veces una charla con la pareja o con el médico puede disipar temores que los estén apartando de compartir esta experiencia. También pueden preguntar si el papá va a poder estar presente por ejemplo en caso de que se realice una cesárea, ya que no siempre es posible. Anticipar estas situaciones les ayudará a situarse mejor cuando se produzca el parto. Pero tenemos que dejar también espacio a aquellos papás que, después de pensarlo, preguntar y charlar sus dudas sobre el tema, deciden igualmente que no quieren estar en la sala de partos. La decisión tiene que pasar por lo que cada cual crea que es posible para sí mismo. Lo importante es que pueda ser charlada y consensuada entre los dos miembros de la pareja, para que no sea motivo de conflicto entre ellos y, si lo es, para que encuentren la manera de que haya algún acuerdo como para llegar de la mejor manera posible al momento del parto.
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Pero tenemos que dejar también espacio a aquellos papás que, después de pensarlo, preguntar y charlar sus dudas sobre el tema, deciden igualmente que no quieren estar en la sala de partos. La decisión tiene que pasar por lo que cada cual crea que es posible para sí mismo. Lo importante es que pueda ser charlada y consensuada entre los dos miembros de la pareja, para que no sea motivo de conflicto entre ellos y, si lo es, para que encuentren la manera de que haya algún acuerdo como para llegar de la mejor manera posible al momento del parto.
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