EDITORIAL
Vandalismo escolar
En forma reiterada hemos insistido en que aquel que sea sorprendido robando en una escuela, no tenga derecho a fianza por haber cometido ese delito. Cada año, el Estado gasta intentes sumas de dinero para la reparación y abastecimiento de centros escolares, pero como ya no existe la figura del Conserje se siguen cometiendo robos y hurtos con una comunidad cómplice que sin considerar que ese es el plante en que estudian sus hijos, permite que desvalijen las escuelas que con tanto esfuerzo levanta la comunidad y las autoridades educativas. Debiera emularse lo que hizo el ex corregidor de Calidonia de que aquel individuo que fuera sorprendido robando en el corregimiento iba preso 2 años a Coiba. Esa medida heroica y salvadora del funcionario Víctor M. (Ñato) González higienizó de delincuentes al barrio de Calidonia que mantuvo la calma y la seguridad mientras el corregidor ocupó el cargo. En Panamá, hay leyes y disposiciones que parecen "llamaradas de capullo" por cuanto se dictan con la emoción del momento. El toque de queda, por ejemplo, nadie lo cumple y en los diferentes barrios citadinos encuentra usted a menores de edad a altas horas de la noche. La permanencia de la calle de esos menores en la mayoría de las veces es para delinquir y nos remitimos a las estadísticas que señalan la escalada criminal en que son protagonistas una gran mayoría de menores de edad que considerando que por su edad tienen una patente e corso, son empujados al mundo del delito. Las autoridades policiales deben evaluar esta propuesta de que no se fije fianza para los rateros y ladrones de las escuelas. Esto reduciría la gran cantidad de asaltos a las escuelas, un crimen que hasta ahora han tratado con mucha flexibilidad las autoridades y que les cuesta altas sumas de dinero que son de todos los panameños.
PUNTO CRITICO |
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