Ejército se toma las calles guatemaltecas combatiendo la delincuencia

Guatemala
AFP
Cientos de soldados amanecieron ayer viernes en las calles de la capital guatemalteca integrando junto a la policía patrullas de a pie y motorizadas, en un intento por frenar una creciente ola delictiva que afecta el país, observó un periodista de la AFP. Integrados en unidades denominadas "Fuerzas combinadas", patrullas compuestas por tres soldados y dos agentes de la Policía Nacional Civil (PNC), provistos de fusiles M-16, recorrían las áreas asignadas en la capital. La vuelta del Ejército a las calles para combatir la delincuencia se dio después que el jueves el ministro de Gobernación (Interior), Byron Barrientos, anunciara el plan denominado "Saturación", asegurando que iba a "saturar de policías la ciudad". En junio pasado el Ejército había participado también en labores de vigilancia por órdenes del presidente Alfonso Portillo, en momentos en que se denunciaba igualmente un repunte de la violencia. Barrientos, un mayor retirado del Ejército y ex oficial de inteligencia militar, aseguró que "se ha especulado que la violencia aumentó y que las fuerzas de seguridad no tenemos planes y la capacidad para contrarrestarla". Entre los más recientes hechos de violencia que han causado inquietud en el país se reporta el asesinato de siete abogados desde el pasado 31 de octubre, los dos últimos el lunes y martes anterior; el robo de unos 16 vehículos por día en promedio, dos asaltos a agencias bancarias y tres a transporte de valores. La PNC cuenta con 16.000 miembros, lo que significa un efectivo por cada 1.600 habitantes, y aunque la mayoría están mal equipados y los recursos son insuficientes, los agentes "sabrán llevar adelante el plan Saturación", aseguró Barrientos. El plan contempla el mantenimiento de los patrullajes en la capital y los otros 21 departamentos del país, por tiempo indefinido, y con énfasis en los sitos considerados de mayor incidencia delictiva. También serán instalados puestos de registro en los centros urbanos y en la capital, en busca de automóviles robados, portación de armas sin permisos y narcóticos. Además, establecerán los planes para combatir las bandas del crimen organizado, dedicadas a asaltar agencias bancarias, transportes blindados, así como a estafadores y presuntos sicarios. El respaldo militar en labores de seguridad fue cuestionado por activistas humanitarios y grupos contra la delincuencia, al advertir que operaciones similares realizadas en la década pasada nunca dieron resultados positivos. "La presencia de las fuerzas militares en las calles contraviene los Acuerdos de Paz" firmados en 1996 y que pusieron fin a 36 años de guerra interna, dijo al diario Prensa Libre la dirigente del grupo Familiares y Amigos contra la Delincuencia y el Secuestro (FADS), Eleonora Muralles. El ex comandante guerrillero y jefe de la bancada de diputados de la izquierdista Alianza Nueva Nación (ANN), Pablo Ceto, aseguró que el Ejército no tiene la preparación para salir a las calles a combatir la delincuencia y cuando lo ha hecho, no ha resuelto el problema.
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