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Las fuerzas estadounidenses llegaron a la conclusión de que capturaron a quienes no debían en un mortífero ataque del 23 de enero en Afganistán y les devolvieron su libertad.
Una investigación sigue tratando de determinar si los 15 muertos en el ataque a un supuesto refugio del grupo al-Qaeda no pertenecían a esta organización ni al depuesto régimen talibano, dijo el miércoles el mayor Ralph Mills, vocero del Comando Central de Estados Unidos.
Mientras tanto, funcionarios norteamericanos también admitieron haber matado accidentalmente a docenas de afganos en otra operación: el bombardeo a fines de diciembre de un convoy de personalidades que iban a la asunción del primer ministro interino Hamid Karzai, dijo Karzai en una entrevista de prensa.
Los 27 capturados en el ataque de fuerzas especiales estadounidenses fueron entregados a un funcionario del gobierno, dijo Mills. Hemos podido determinar que no eran fuerzas del Talibán ni estaban vinculadas con al-Qaida'', dijo Mills.
Cuando se le pidió que confirmase las afirmaciones afganas de que dos de ellos eran funcionarios de la policía local, respondió: creemos que algunos de ellos eran delincuentes, por lo cual decidimos no difundir nombres ni otros detalles identificatorios''.
El general Tommy Franks, comandante de la guerra, ordenó una investigación la semana pasada en respuesta a las afirmaciones de funcionarios del gobierno afgano de que había antitalibanes entre los muertos o capturados.
Al anunciar la investigación, el general Richard Myers, jefe del estado mayor, dijo a los periodistas que no estaba dispuesto a decir que las fuerzas estadounidenses se habían confundido con los blancos atacados en el pueblo de Jas Uruzgan, en el valle de Hazar Qadam.
Mills dijo el miércoles que los hombres no vestían uniformes, portaban armas y dispararon contra fuerzas estadounidenses uniformadas''. Un soldado norteamericano sufrió una herida de bala en un tobillo durante la operación.
Los afganos del lugar dicen que algunos de los muertos eran fuerzas antitalibanas leales a Karzai, y que entre los arrestados había un jefe de policía, su subjefe y miembros de un consejo distrital.
Las fuerzas estadounidenses dijeron haber hallado un numeroso arsenal. Algunos afganos dijeron que renegados del Talibán estaban entregando allí sus armas al nuevo gobierno. El ataque fue uno de varios lanzados por las fuerzas especiales norteamericanas para extinguir focos de resistencia. |
