Uno de los recursos naturales más preciados en la provincia de Bocas del Toro son precisamente sus ríos, que se perfilan como un bastión importante para el desarrollo del turismo extremo, de recorrido de senderos a orillas de estos para avistamiento de aves, lagartos, hermosas playas de piedras, humedales, entre otros.
Pero además de ser admirados por su belleza y temidos por su peligro, han servido por siglos, como vía de transporte, no hay que viajar en la historia para observar en su plenitud una de las formas más antiguas de navegación como lo es viajar en balsa.
PERIPECIAS
En nuestra foto se muestra la pericia, el ingenio y el paso de conocimientos de generación en generación, se observa a un niño de aproximadamente seis años, agarrado del suéter de su padre, van sobre una balsa río abajo, a pesar de ir por una fuerte corriente del río Teribe en Changuinola, los rostros de estos intrépidos muestran una tranquilidad total, ellos son miembros de la etnia Naso Teribe.
Así como vía de transporte de personas, también los ríos sirven para que los habitantes de los alrededores, bajen con sus productos agrícolas, sin lugar a dudas, es una faena extremadamente peligrosa y que ha cobrado muchas vidas; con la construcción de un puente y carretera hacia la hidroeléctrica Bonyic, ahora les permite a los lugareños, llegar a varias comunidades en auto, evitando pérdidas de productos y vidas.
A parte de los ríos de la comunidad de Bonyic hay otros afluentes de enormes potenciales como el Changuinola, Sixaola, San San, Cricamola, Guarumo etc.
DESOVE
Miles de observadores llegan a ver el desove de tortugas en la parte norte donde está la playa de arena blanca que tiene ocho kilómetros hasta la entrada del río Sixaola.