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El "Rei Momo" (en portugués), interpretado por Marcelo Reis y la gente. |
Lo que parecía una oleada de perros dálmatas llenó el sábado en la mañana la principal avenida de esta ciudad, cuando parranderos comenzaron a celebrar temprano el segundo día del carnaval más famoso del mundo.
A pesar de la amenaza de lluvia, unas 40.000 personas, muchas luciendo ropas blancas con lunares negros, se dirigieron a la avenida para escuchar a Cordao de Bola Preta, una de las más antiguas orquestas del carnaval. La orquesta viene actuando desde 1918.
"Con cada año que pasa, nos hacemos más populares", dijo Pedro Eneresto Araujo Marinho, el vicepresidente de la banda. "Para desfilar en el Sambadromo hay que tener gran cantidad de dinero, a fin de adquirir disfraces o inclusive sentarse en las graderías. Aquí, todos y cada uno pueden participar''.
El espectáculo principal del carnaval de Río, que comenzó el viernes y concluirá el miércoles de ceniza, es el desfile de samba en el estadio Sambadromo, construido especialmente.
El viernes, en el Sambadromo, desfilaron grupos de samba de reciente creación. El sábado, desfilarán grupos de la segunda división. Pero los actos centrales se realizan el domingo y el lunes por la noche, cuando 14 grupos de samba de primera categoría efectuarán desfiles. Algunos de esos grupos tienen costos de producción de alrededor de un millón de dólares.
Los grupos desfilan con miles de bailarines que lucen ropajes muy caros y son acompañados por centenares de bateristas y carruajes. El espectáculo es difundido en vivo y en directo por televisión.
Pero, para muchos aquí, el carnaval ha perdido buena parte de su espontaneidad cuando fue confinado a un estadio a partir de 1984. En años recientes, grupos como Cordao de Bola Preta han estado ganando popularidad al retornar el carnaval a la calle.
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