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La noche del lunes, un hombre de San Felipe volvió a nacer y hoy un cordón de puntos testifican su tragedia.  |
"Todavía tengo polvo en las nalgas", dijo Orlando Martínez Adames, de 33 años, quien la noche del lunes estuvo a punto de morir tras caerle encima parte de los dos balcones del viejo caserón T18, los que colapsaron.
El viejo inmueble está ubicado entre la avenida A y Calle IV San Felipe. El caserón, que está dentro del Patrimonio Histórico Nacional, días anteriores empezó a dar muestras que se desplomaría, dijo la única víctima grave del suceso, Orlando Martínez.
En la la rodilla izquierda tiene varios puntos que han cerrado la herida que le ocasionaron los restos de losas, ladrillos y concretos.
Cuenta Martínez, quien reside en Catedral desde hace tres años, que su cráneo tiene cinco cordones de hilos que registran las partes en que los doctores tuvieron que meter la agujas para salvarle la vida.
HABLA EL SOBREVIVIENTE
"Yo quería vivir para volver a ver a mi hija de 10 meses de nacida", dijo el sobreviviente.
"Flaco", apodo de Martínez ayudante de construcción y carpintero - en la entrevista- estaba postrado en la cama de su humilde cuarto de la casa 441 de San Felipe, la cual está condenada.
Este esbelto hombre de voz pausada y convaleciente, estaba acompañado de su cónyuge Silka Kadina Lang y su bebé.
LUCHANDO PARA EVADIR LA MUERTE: EL HECHO
Eran las 8:45 p.m. cuando dos vecinos coincidieron en el tiempo y espacio, pues ambos pasaban por Calle IV, San Felipe, pero uno de ellos, Elías Enriques Ovalle, de 39 años, estaba más retirado del lugar del suceso y logró zafarse del trágico derrumbe.
Mientras que el otro morador, Orlando Martínez, quien se dirigía a la tienda "Santo Domingo", establecida frente al inmueble que se derrumbó, tuvo que refugiarse para evadir a la muerte.
"Cuando el otro, Elías, gritó que saliera de allí porque el balcón se caía, ya era tarde", narró la primera víctima que deja los derrumbes en la zona histórica de Panamá.
Según el actor principal de esta historia, corrió y pegó a la pared, pero una baldosa grande lo golpeó en la pierna izquierda y varios bloques también dieron en su cabeza.
Pese a sus heridas, salió gateando de los escombros y Enriques culminó el desafío.
Media hora después los bomberos llegaron y la ambulancia llevándola al Hospital Santo Tomás donde recibió atención médica y a las 4:30 a.m. del martes fue dado de alta. |