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Juez de caso Pinochet podría ser impugnado por parentesco
Chile
AP
El juez que procesa a Augusto Pinochet, cuyos defensores han procurado removerlo, podría ser recusado por su recién conocido parentesco con un militar integrante de la "caravana de la muerte". El juez Juan Guzmán Tapia reconoció ayer en declaraciones a un matutino su relación familiar con el ex mayor Carlos López Tapia, que dijo desconocía hasta el jueves. El militar fue interrogado por la policía en la ciudad de Rancagua, a 85 kilómetros al sur, por su vinculación con la "caravana de la muerte", que en octubre de 1973 recorrió el país por orden de Pinochet y que dejó una secuela de 75 prisioneros ejecutados sumariamente. Siete oficiales de la comitiva están procesados y el lunes Pinochet fue también juzgado y detenido por orden de Guzmán. Según los antecedentes que se ha han revelado en la prensa, el ex oficial López Tapia fue también integrante de la temida policía secreta de Pinochet. El magistrado señaló a El Metropolitano que "la primera noticia" del parentesco la tuvo el jueves y le fue confirmada por su madre. Dijo que la anciana y la madre del militar son hermanastras. Aunque legalmente no aplica para una recusación, por no tener un parentesco directo, la relación podría ser motivo de una impugnación del magistrado, a quien la defensa de Pinochet ha intentado sin éxito remover. Los querellantes, por su parte, que se muestran muy satisfechos con el desempeño del juez, no contemplan una recusación. "Creo en principio que el tema del parentesco no debería afectar en nada al magistrado Juan Guzmán. El ha demostrado actuar con una imparcialidad y con una claridad y transparencia en el proceso que me parece que no es motivo ni causal que le evitara continuar al frente de la investigación", dijo ayer el abogado Hugo Gutiérrez. Los querellantes, que hoy interpusieron otras 8 querellas sumando 231, apelaron también al procesamiento de Pinochet y pidieron que no sólo se le juzgue por homicidios y secuestros, sino también por asociación ilícita e inhumación ilegal. El juez dijo en "Lo que está claro es que yo no lo voy a poder interrogar", pero dijo que "espero que no tenga nada que ver con los hechos." Dijo que sólo el lunes conocerá a Carlos López Tapia. "Es una bendición del Señor que a los 61 años me presenten un primo hermano", afirmó. Respecto al involucramiento de López en los asesinatos de la "caravana de la muerte", el juez dijo que "no puedo decir eso y además no creo que ese punto sea algo con lo que se pueda hacer noticia. Es un hecho humano y, por lo demás, en Chile estamos todos emparentados de una manera u otra y por eso creo que es muy importante el respeto al prójimo, porque estamos todos vinculados". Ajeno a una posible recusación, el juez se prepara para continuar indagando sobre el paradero de muchos del millar de desaparecidos. En los tres años que lleva sustanciando el principal proceso en la historia penal chilena, Guzmán no sólo ha indagado sobre Pinochet y los responsables directos de la "caravana de la muerte", sino también en el marco de las 231 querellas que se han acumulado hasta ahora contra el ex dictador. Ha recorrido el país buscando fosas, pero se ha tropezado con que manos anónimas han removido los cuerpos, según confesó. El lunes viajará a Iquique, ciudad a 1.700 kilómetros al norte, para investigar una fosa encontrada por familiares en el desierto, que contendría los restos de dos desaparecidos.
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