La espera de muchos llegó a su fin ayer temprano, cuando el presidente Martín Torrijos y la ministra de Salud, Rosario Turner, sancionaron la Ley 13 del 24 de enero de 2008, la cual va en contra del tabaquismo.
Al reiterar que el fumar es una adicción que acorta la vida, Torrijos destacó que con la nueva ley se da el paso necesario para proteger a la niñez de una adicción que ya se ha demostrado, que corta la vida y que reduce las potencialidades productivas.
Panamá se une así a países latinoamericanos como Brasil y Chile y a europeos, como Irlanda, Alemania, Francia, Suecia, Inglaterra y España, que cuentan con una normativa severa y altamente restrictiva contra el consumo, venta y comercialización de productos del tabaco.
La norma, según Torrijos, representa un importante avance en la protección de la población panameña contra los perjuicios derivados del tabaco y la lucha contra las enfermedades que produce su consumo.
Previo a las declaraciones del mandatario, la ministra Turner aseguró que los estudios de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que para el año 2020 siete de cada diez personas estarán en riesgo de morir por enfermedades producidas por el consumo directo o indirecto, activo o pasivo de tabaco.