Sir Alex Ferguson, técnico del Manchester United, ha sido el último en unirse a la corriente de críticas hacia los copropietarios del Liverpool por la forma con la que han tratado a su adiestrador, el español Rafa Benítez.
"A un entrenador se le debe dejar trabajar", indicó el escocés. Los dueños del club, George Gillett y Tom Hicks, protagonizaron un cruce de declaraciones con Benítez que, de acuerdo con varias personalidades en el mundo del fútbol, sólo han servido para desestabilizar al cuerpo técnico y a los jugadores.