Gilmar Napoleón Torres Oliva era casi un desconocido en el mundo del fútbol local, hasta que debutó en la selección sub-23, el 6 de diciembre del 2007, tapándole el tiro penal de Costa Rica a Celso Borge, con lo que el equipo de casa quedó eliminado.
Nació el 11 de noviembre de 1985. Mide 1m.80, y pesa 83 kilos. Tiene fútbol por los cuatro costados, abuelo, padre y su tío Carlos Torres, que años atrás fue seleccionado.
Empezó como mascota del San Joaquín, en la Liga Distritorial de Panamá, específicamente en la categoría sub-15. Jugó también para el Pan de Azúcar y el Estudiantes de Panamá. Le salió un contrato en la Asamblea Legislativa, y allí se enteró que en el Alianza no había portero, y fue para quedar dueño del puesto.
Estuvo en la preselección sub-20, que iba al Mundial de Holanda, pero quedó en tierra, porque tenía fama de "gordito". Fue con la sub-21 a Belize, pero no fue a Colombia. Gilmar revela detalles de su vida.
- En el fútbol nacional y el extranjero, ¿a qué jugador admira?. A Donaldo González, que hoy es mi preparador, y de afuera a Iker Casillas, que es mi ídolo. Un amigo de España me envió una foto de él, autografiada, que la conservo.
- A qué personalidad a nivel mundial de la ciencia, política, religión o el arte, le gustaría estrechar la mano?.
Bueno, si fuera posible, a Dios. Es el único que tiene poder para nivelar lo bueno, malo y feo. - Si hay que definir por penales ¿le gusta patearlos?.
Sí. No olvido que en Pan de Azúcar y Estudiantes, jugaba de central, y los tiros libres y los penales los tiraba yo. - ¿Le gusta la música. Cuáles son sus predilectos en solistas o grupos musicales?.
Sí, bastante. Gilberto Santa Rosa, lo máximo. En conjuntos, no tengo. - ¿Cuál es el último libro que ha leído?.
Pertenezco a la Asamblea Nacional como reportero gráfico, y en los ratos libres, consulto libros sobre leyes que se van a practicar en Panamá. - ¿Qué otra profesión o actividad le hubiera gustado aprender?.
Desde niño, soñaba con ser mecánico de aviación, porque me gusta la matemática y los números. Quizás la estudie. - ¿Cuál es su principal virtud?.
Me gusta la sinceridad, y si debo opinar, siempre hablo la verdad. - ¿Cuál es su principal defecto reconocible?.
Engordar. Soy así por parte de mi mamá, que es un tanto robusta. Pero trato de mantener el peso. - ¿ Cuál fue el día más feliz de su vida?.
Cuando me dijeron que saldría de titular ante Costa Rica. Sólo lo comuniqué a mi papá y a mi novia. Todos los compañeros y en especial Donaldo, me sacaron los nervios. - ¿Qué sintió al pararle el penal al hijo de su Director Técnico?
Sentí una gran alegría. Pensé en los tres millones 1/2 de panameños que hay aquí. Sentí que les di a cada uno ese triunfo; y a cada madre, porque en esa semana era nuestro Día de la Madre. - ¿Le hace caso a las dietas?.
Sí. Como tengo tendencia a subir de peso, hay veces que en mi familia me regañan, porque apenas como. - ¿Lee los periódicos de Panamá, y sus páginas deportivas?.
Sí. - ¿Asimila las críticas por un partido malo?.
Sí, lo veo como algo normal, porque nadie es perfecto en la vida. - ¿A qué maestra o maestro, recuerda con más cariño?.
Recuerdo a Oda, mi maestra de segundo, y a la maestra Sonia, en sexto grado, que siempre nos daban acertados consejos. - ¿Quién fue la persona que lo descubrió o acercó al fútbol?.
Mi papá, Napoleón Torres. - ¿Está pronto ya para dar el salto internacional, y por supuesto a países con distintos idiomas, costumbres, temperatura y alimentación?.
Si se da esa oportunidad pediré consejos a mi familia e iré, porque el lenguaje del fútbol es universal. - ¿Se reconoce como buen ejecutante de tiros libres?.
No me considero un experto, pero en el Alianza me ponen como segundo o tercero en tirar los tiros libres. Cuando jugaba de central, yo ejecutaba tiros libres y penales. - ¿Tiene las condiciones requeridas para ser capitán de equipo?.
En el Pan de Azúcar, me ponía de capitán el profesor McLean, y en el Estudiantes, el Dr. Ramsey también. Para ser capitán se necesita un hombre con agallas, con fuerzas, y personalidad. Entre ellos, estoy yo.