Computadoras previenen accidentes de tránsito

Redacción
Crítica en Línea
Es esta época, nada avanza sin chips, esas diminutas placas de silicio que sirven de soporte a las partes activas de un circuito integrado. En un vehículo, los chips- insertos en computadores- ofrecen datos de navegación, mejoran el control de la máquina y hasta tienen la capacidad de pedir ayuda cuando algo anda mal. Y eso es solo el comienzo. En un futuro cercano, los chips decidirán cómo un conductor debe comportarse en una autopista o si está en condiciones de manejar su automóvil. Aunque el chofer siga sentado frente al volante, no tendrá un control total del vehículo. Un sistema para enfrentar accidentes, tal como el OnStar de General Motors, sugiere hacia dónde enfila el futuro de la electrónica automotriz. OnStar vincula conjuntamente un centro de servicios, bolsas de aire, el Sistema de Posicionamiento Global (GPS por su sigla en inglés) operado vía satélite y comunicaciones inalámbricas. Cuando un vehículo sufre un accidente, las bolsas de aire se inflan y la parte electrónica del automóvil llama a un centro de emergencia. Si los ocupantes están en buenas condiciones, pueden desactivar el dispositivo y alejarse del sitio de la colisión. .Y aunque eso parece bueno, no lo es para Ray Resendes, gerente de programas de Iniciativas Inteligentes para Vehículos, una dependencia de la secretaría de Transporte de Estados Unidos. Decenas de miles de personas mueren anualmente en accidentes automovilísticos. Por otra parte, las autopistas están cada vez más congestionadas y los conductores cada día más distraídos como resultado de teléfonos celulares, faxes, aparatos de televisión y otros artefactos. Bajo esas condiciones, es frecuente que los choferes se salgan de su carril o sigan a otro automóvil a muy corta distancia. Por lo tanto, uno de los objetivos de las Iniciativas Inteligentes para Vehículos consiste en inventar sistemas de alerta de choques que sean baratos. Millares de camiones y autobuses ya están equipados con aparatos que advierten a los conductores mediante sonidos o destellos si se aproximan demasiado rápido a otros vehículos. Mercedes-Benz ofrece un sistema más sofisticado, el llamado "desplazamiento controlado de aproximación", que se activa cuando el conductor se acerca excesivamente a otro vehículo reduciendo la aceleración o directamente usando los frenos. Otro sistema está dotado de un par de sensores en movimiento vinculados a la suspensión, al volante y a los frenos. El sistema está conectado a un computador que tras analizar los datos determina si el automóvil está enfilando hacia donde el conductor desea ir. Si no, el computador corta el suministro de gasolina y activa los frenos para reducir la velocidad del automóvil y modificar su trayectoria. Sistemas de control de la estabilidad están ya instalados en muchos modelos de Cadillac, Mercedes-Benz y Jaguar. Varios investigadores, entre ellos Jay Jakubczak, gerente del Laboratorio Nacional Sandia de Micro Máquinas Inteligentes, están trabajando en versiones más baratas que permitirán incorporar los sistemas a todos los vehículos. Varias empresas están desarrollando sistemas basados en videos que examinan marcas en las carreteras y procesan la información con el propósito de alertar a los conductores cada vez que se alejan de su carril. Entre tanto, investigadores de la universidad de Pennsylvania han identificado una forma de determinar si un conductor está alerta midiendo la apertura de los párpados. Los vehículos podrían algún día incorporar cámaras en el tablero de comando para examinar los ojos del conductor. Si los párpados muestran adormilamiento, el vehículo despertaría al conductor mediante sonidos o vibraciones. Varias compañías están aventurándose en esa dirección. CarMon es una caja que se fija en el interior de un automóvil. Sus sensores registran y almacenan información acerca de aceleración y frenadas. Padres o empresas podrían transmitir los datos a un computador a fin de determinar si el conductor exhibe tendencias agresivas o está manejando de forma descuidada. Los sistemas de vigilancia plantean problemas de índole legal. Resendes dice que, por ejemplo, una empresa propietaria de camiones podría querer vigilar a sus conductores. Eso sería una violación de la privacidad. Sin embargo, un aparato instalado en algunos vehículos de la empresa General Motors realiza una especie de vigilancia registrando la velocidad del automóvil, si el conductor usó los frenos y si tenía puesto el cinturón de seguridad poco antes de un accidente. Otro computador analiza las emanaciones de gases del vehículo. "Hasta cierto punto, es como la caja negra de los aviones", dice Allen Lyons, gerente de la Oficina de Recursos de la Atmósfera en California, que estudia la posibilidad de exigir la instalación de esos monitores para transmitir datos a la Secretaría de Transporte. Lyons dice que eso sería conveniente, pues entonces solo vehículos en mal estado serían convocados a centros de inspección. El técnico también admite que la propuesta plantea preocupaciones a los defensores de los derechos civiles. ¿Quién sabe si esa caja negra no está transmitiendo otro tipo de información, como por ejemplo, la velocidad de manejo, que podría traer inesperadas multas a los conductores? Lyons sugiere que podría instalarse un botón a fin de permitirle al conductor activar el transmisor sólo cuando sea la época de someter el vehículo a inspección para analizar sus emisiones de gases.
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