EEUU pide al ejército poner fin a atropellos
Agencias
Internacionales
Las fuerzas armadas de Colombia ayudarán al fortalecimiento de la guerrilla si no logran frenar las violaciones a los derechos humanos perpetradas por militares, advirtió esta semana un alto funcionario de Estados Unidos. El fuerte mensaje fue emitido el jueves en la Escuela de Guerra del Ejército, en Bogotá, por el secretario del ejército de Estados Unidos, Louis Caldera. Su discurso fue uno de los aspectos centrales de la visita de tres días que realizó al país, enfocada en destacar los aspectos centrales del plan de emergencia anunciado la semana pasada por el presidente de Estados Unidos, Bill Clinton. Bajo la propuesta qu la Casa Blanca envió al Congreso, Colombia recibiría 1.600 millones de dólares durante los dos próximos años para combatir la producción de cocaína y heroína. Caldera dijo que la propuesta de asistencia, que busca fortalecer a las fuerzas armadas de Colombia, ha sido posible por el "progreso significativo" que el gobierno ha hecho en la protección de los derechos humanos desde que el presidente Andrés Pastrana asumió el poder en 1998. Sin embargo, Caldera dejó en claro que se debe hacer más al respecto. "Creo que un mayor progreso en materia de derechos humanos es necesario y posible", dijo Caldera. Organismos locales e internacionales de derechos humanos han acusado a los militares colombianos de brindar apoyo directo o encubierto a los grupos paramilitares de derecha, los que durante años han asesinado con impunidad a activistas de izquierda y a supuestos simpatizantes de la guerrilla. Caldera no se refirió de manera directa a los paramilitares, los que según un reporte del año pasado del Departamento de Estado norteamericano, continúan recibiendo colaboración de las fuerzas gubernamentales. No obstante, el enviado estadounidense advirtió que en un conflicto irregular como el de Colombia, los atropellos pueden llevar a civiles descontentos a apoyar a los rebeldes, quienes escondidos entre la población podrán atacar cuando deseen. Caldera afirmó al respecto que el hecho de que los civiles de diferentes aldeas hayan sido empujados a apoyar a los rebeldes "no es razón para empujarlos aún más hacia ellos con atrocidades que minen la superioridad moral de las fuerzas gubernamentales sobre los terroristas". La prolongada guerra de Colombia ha provocado más de 35.000 muertes tan solo en los últimos diez años. "Incluso los gobiernos mejor intencionados serán rechazados por ciudadanos cuya confianza ha sido erosionada por la conducta de las fuerzas de seguridad", destacó.
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