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Amador: un espacio para el romance
Redacción
Crítica en Línea
Amador por su condición es un lugar abierto, como ningún otro, donde la contaminación es mínima y se puede respirar aire limpio y con el especial aroma marino, cargado de elementos que contribuyen a los requerimientos del organismo humano. Un área especialmente "romántica". La condición costera de Amador, las islas, el armonioso encanto de las olas, las palmeras y las brisas, cargadas de humedad tropical en un escenario que permite expresar todo el sentimiento que los enamorados necesitan para lograr la inspiración y escribir una poesía, romper el hielo o lograr una reconciliación entre tantas otras esperanzas que las condiciones especiales de Amador pueden brindar, para hacer posible que la gente se ame en escenarios no cargados de estrés y perdición. Amador debe constituirse en un área de seguridad para que esas parejas o poetas o enamorados del amor puedan disfrutar e inspirarse, pero bien protegidos y no hostigados o interrumpidos por un policía o seguridad que venga a importunar con su: "tienen que desalojar el área". Los policías y/o la seguridad del área deben ser para proteger y cuidar a los que hacen uso del bien pacífico. Las proyecciones la ubican como un área estratégica para el desarrollo de hoteles para el turismo internacional, en especial de cruceros; sin embargo, debe tenerse cuidado de no verse tentado en establecer medidas excluyentes o limitantes para la población local. El turismo internacional tendría en Amador un sitio especial donde admitir la belleza escénica en un contraste especial donde la vista de la ciudad de Panamá es única, y de un vistazo poder ver el Canal de Panamá, el Cerro Ancón y el ambiente natural de las islas. Punto de vista sobre restricciones Las normas no parecen estar orientadas a una condición de construcción sino de operación y uso: Están centradas en la protección de las infraestructuras ya construidas. Por otra parte no se observa su temporalidad en cuanto no tiene fecha de inicio y fin, por tal razón se podría intuir que sus promotores las ven como medidas operativas o de funcionamiento. 1.Consideramos correcta la limitación de la velocidad a 40 kilómetros por hora. 2. La medida de limitar el acceso de vehículos, la consideramos atinada, sin embargo, y para no afectar los restaurantes del lugar, podrían considerarse los accesos en automóvil desde las 7:00 p.m. hasta las 12 p.m., período en que la demanda de los restaurantes es mayor y los caminantes disminuyen. Esta sería una medida temporal ya que proponemos concretamente que se sometan a concesión administrativa o licitación, la construcción de monorrieles o pequeños buses eléctricos que presten el servicio a toda hora y a lo largo de toda la calzada. Este tren eléctrico o monorriel sería similar a los que operan en el aeropuerto de Atlanta en Estados Unidos y una vez construidos los hoteles proyectados, serían de un gran atractivo 3. Muy apropiada la medida de control de desechos en la calzada: Es necesario establecer suficientes receptores de diseños artísticos que armonicen con el entorno. Proponemos, además, que en la última isla sean eliminadas las cárceles de seguridad: Este uso constituye un verdadero desperdicio. Las instalaciones del Servicio Marítimo Nacional deben ser reubicadas en otro sitio, por ejemplo Rodman, de manera que sean construidos, en Naos, miradores y áreas de recreación públicos. En caso de construirse hoteles los mismos deben respetar las áreas arboladas y no constituirse en limitantes para el acceso del público a la belleza escénica del área. Es hora de que sean contratados urbanistas ambientalistas y no adoradores de las moles de cemento y acero sino buscar aquellos que sean capaces de considerar en primera instancia la armonía urbana con la belleza escénica natural y el disfrute público del área. Es necesario reformular el concepto de seguridad de instalaciones de ARI: El sistema actual tiende al continuismo de los puntos fuertes de control utilizados para instalaciones militares. Las garitas y puntos fuertes son contrarios al espíritu de recuperación soberana y democrática de las áreas de la exzona del Canal. El viejo patrón de seguridad es excluyente, es segregante y trae malos recuerdos y presagios, ya que la población panameña teme haber cambiado a unos amos extraños por otros locales. La nueva figura de la seguridad pública debe ser abierta y participante, debe dar seguridad al ciudadano de que se le está protegiendo y no hostigando o limitando su libertad.
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