Bueno, bueno, los del cambio demostraron que lo eran y cambiaron la ley del salario mínimo con un gol de media cancha que la lanzó al caño, llevándose de paso el aumento salarial de los cañeros y dándole tema al mundo cane perrediano, al punto de que la ministra sin cortesía ni alma laboral primero desmintió la existencia del decreto (¿quién entonces lo firmó la víspera de regir la ley?) para luego dar 'revoch' y decir que fue un mal cálculo, ¿o no?
Por cierto que lo del mal cálculo se lo aceptamos, porque no es lo que piensa la gente ni que era burlarse de la inteligencia de los panas (aunque la agarren con la cultura de nuestras misis), pues el error de cálculo no era matemático sino de evaluación, confiados en el 80% de preferencias que le concede el buen amigo Leopo y el internacional que lo catapulta al mandatario más popular del continente, ¿o no?
De paso y para frenar un tanto la guantera sobre lo de la Procu y algunas cosillas, y que se olviden del primo preso en Méjico por vínculos con los narcos y bordean los bordados, que lo pusieron fúrico con los medios (y los enteros también), salió lo del complot para secuestrar al loquillo por parte de su propia guardia pretoriana durante la sesión legislativa, que es un plan de dementes, porque si secuestran a alguien (y más al Presidente) en el palacio legislativo, van a tener que pedirle al servicio aeronaval un helicóptero para sacarlo de allí (no te tranquen los semáforos geniales) y luego ver dónde diablos lo esconden o lo que es peor qué harás finalmente con ese paquete.
La chica maravilla aseguró que le formularon cargos a los involucrados en el mencionado atentado y, de paso, le pidió medio millón más al Ejecutivo.
Como que no han hecho mucho ruido con el mensaje que el Sumo Pontífice le envió al supemercadero pidiéndole mantener las manos fuera de la justicia y que el comportamiento ético de un mandatario no dependa de sus pasiones personales.
La realidad es que, si bien el plan mediático le resultó para ganar ampliamente las elecciones, ya afloran fisuras porque los genios propagandistas no han entendido que el proceso electoral vende esperanzas, pero en el ejercicio del poder implica respuestas.
De todas formas, el supermercadero manifestó ante los supremos cortesanos que no intervendrán en el poder judicial, porque quien así lo haga (presidente, pues) le hace un gran daño al país.
En campaña dijo que eliminaría el FIS por corrupción, pero ahora, pese a las denuncias de ilícitos, le aumentó el presupuesto y lo encargará de repartir los 20 tucos para uniformes.
Hablando del nomeduca, el precursor de entregar molichilas a estudiantes fue el Thala, hoy diplomático del 99, cuando era ministro del vacuno y en ese entonces muchos de quienes ahora están en el Gobierno lo calificaron de negociado.
Bueno, eso es todo por hoy, pero tranquilos que el próximo jueves habrá más.