No soportó que lo "echaran" de la Villa del Indio. Su sentencia fue: "Mañana yo haré mi desalojo completo", y se suicidó.
Mariano Morales, de 40 años, se ahorcó ayer en un baño de la "Villa del Indio", en David. El día anterior, había sido desalojado junto a otras 80 familias indígenas.
El hecho ocurrió aproximadamente a las 3:00 de la madrugada del viernes.
Emélida Franscechi, tía de Morales, dijo que su sobrino procedente de Cerro Balsa en Besikó, llegó el pasado miércoles a la Villa del Indio, pero al conocer la noticia del desalojo de su tía junto a su primita, se indignó en gran manera y dijo: "mañana yo haré mi desalojo completo".
Franscechi pensó que su sobrino se refería al desalojo que habían ordenado las autoridades, pero no a la muerte.
Su cuerpo inerte fue encontrado en horas de la madrugada por un celador de las instalaciones.
DECEPCION
Según los testigos, las presuntas causas de la muerte de Morales fue la decepción que trajo consigo el maltrato y desalojo que recibieron los indígenas por parte de sus hermanos de la Comarca Ngöbe Buglé.
El levantamiento del cadáver los realizó la personería de turno de David y fue trasladado a la morgue del Hospital José Domingo de Obaldía.
CLEMENCIA
La madrugada del viernes fue muy fría para más de un centenar de indígenas- entre ellos niños-. Durmieron sobre improvisadas camas de cartones, en las afueras de la "Villa del Indio". No tenían otro lugar para pasar la noche.
Los afectados pidieron clemencia a las autoridades comarcales para que se les permita permanecer por unos dos meses más dentro de esas instalaciones, hasta puedan tener otro lugar para trasladarse. El desalojo se dio el pasado jueves en horas de la tarde cuando por orden de las autoridades de la Comarca Ngöbe Buglé, se sacó de los pabellones a todos los indígenas.
María Franceschi, una de las afectadas, pidió consideración porque no tienen un terreno para hacer su casa, mucho menos el dinero para comprarla.
Ricardo Sánchez, otro de los afectados, explicó que hace más de dos meses vienen tramitando con las autoridades de vivienda para que se les otorgue un terreno y así abandonar la Villa.
Comentó que supuestamente el Gobierno - a través de las autoridades comarcales - les otorga una partida de 7 mil balboas para el funcionamiento del albergue, sin embargo, ese dinero no ha sido utilizado con ese objetivo.
Según las autoridades de la comarca se contratarían camiones para trasladar a los indígenas hacia su área de origen, pero ayer aún se mantenían en las afueras del edificio en espera de una respuesta.
Por su parte el corregidor del distrito de Besikó Isidro Bejerano, indicó que a raíz de la permanencia de estas personas se ha generado una gran cantidad de problemas debido al hacinamiento que existe en el lugar, lo cual no que permite que sean utilizadas por otras personas que sí necesitan esas instalaciones para atender sus enfermos. |