El nombramiento de Roxana Castrellón como vicecanciller, deja una gran interrogante en el futuro del Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA), debido al impulso llevado por la nueva funcionaria, quien ha realizado un gran esfuerzo para ubicar la sede de este organismo en Panamá.
La vicecanciller ha realizado grandes esfuerzos y su personalidad de ejecutiva será bastante difícil de reemplazar, por lo que deja toda una incógnita en esta labor muy adelantada debido a su iniciativa.
Quizás lo razonable sería instalar esta iniciativa gubernamental para el Ministerio de Relaciones Exteriores, desde donde tomaría mucha más fuerza y podría ampliar su equipo con toda la capacidad humana instalada para lograr ese propósito.
Castrellón tendría en el campo internacional más fuerza y sus planteamientos serían más escuchados por tratarse del más alto nivel de la diplomacia panameña, consolidando además, la personalidad de Panamá como el verdadero destino del centro del continente.
El no hacerlo sería un atraco, debido a que el tiempo vale y el gobierno ha entrado en el período de su calendario donde más es lo que falta para la finalización y debe dejar consolidado este proyecto de importancia estratégica para el país.
El ALCA en la Cancillería representa un adelanto porque por la ventanilla del Ministerio de Relaciones Exteriores tienen que pasar los tratados de la Nación, facilitándole sus discusiones y la elaboración para después aprobarlos. |