Muchas veces pensamos que los problemas que les ocurren a las otras personas no nos tocarán a nosotros, y le damos poca importancia a la tragedia por la que éstas pasen.
En la mayoría de los casos son los problemas económicos o sentimentales los que llevan a algunos ciudadanos a tomar drásticas decisiones para con sus vidas; otros ciegamente confían en que debe existir una buena persona que los escuche, los comprenda y les ayuda, no sabiendo que en realidad a ese insensible le interesa muy poco lo que le pueda estar sucediendo, pues pensaran "nunca me veré en ese espejo".
¿Cómo es posible que a tantas personas que dicen llamarse tus ojos y oídos en las buenas y en las malas, sólo una opinión o un consejo ante un problema, los lleve a la insensibilidad, y en ciertos casos a la burla y porque no, al chisme?
¿Será que nadie piensa en el dolor ajeno, sólo cuando le toca experimentarlo en carne propia? Esta mentalidad egoísta e inhumana debe cambiar para beneficio de los ciudadanos de este país. |