Hace poco, se conoció en los medios, que Estados Unidos y Panamá están por firmar un tratado bilateral para la fiscalización tributaria, con el propósito de que Washington sepa cuáles son las empresas, consorcios y grupos que operan desde nuestro país, que están supuestamente evadiendo sus responsabilidades fiscales en la Unión Americana.
De inmediato, diversos sectores de la economía nacional dieron un grito al cielo por el asunto, puesto que lesiona gravemente el desarrollo del país, en especial el secreto bancario y la pujanza del área de los servicios en el Istmo. Como ahora es la moda investigar supuestas cuentas extrañas, con el tema adjuntado de la lucha contra el terrorismo internacional, ya hubo algunos dentro del gobierno que cedieron de paso, a las pretensiones de la potencia yankee.
Debe ser suficiente para los Estados Unidos y la entidad financiera fiscalizadora GAFI, que Panamá haya abandonado la denominada "Lista Negra" de paraísos fiscales en el 2001, que ya se permite una seguridad de inversiones transparentes en el Istmo, y que nuestro Estado es uno de los mayores cooperadores para frenar el lavado de dinero en el hemisferio.
Empero, en el mundo de los negocios, el secreto bancario es clave para garantizar las inversiones extranjeras, pues algunos consorcios foráneos buscan discreción para cuando llegue el momento de llevar capitales a los bancos panameños y desarrollar así un proyecto seguro.
Después del 11 de septiembre del 2001, los norteamericanos y europeos se ufanan de buscar fantasmas en donde ya no están. Eso de que terroristas, guerrilleros y narcos, mantienen cuentas bancarias en Panamá, Gran Caimán, Dubai o Polinesia, son meros cuentos de hadas, pues todos conocemos la realidad de que en el mismo corazón financiero de las grandes potencias económicas, el lavado de dinero se da. Miami, Suiza, Luxemburgo, Londres, etcétera, son sólo ejemplos de esos casos.
Por buscar enemigos y malhechores donde no están ahora, quieren culpar a Panamá porque en el pasado fue refugio de narcolavadores. Muy tonto será el funcionario del actual gobierno arnulfista que se preste a este jueguito, de revisar cuentas bancarias, todo por el temor a supuestas represalias de Washington, o que nos corten la ayuda económica.
Ojalá la señora Presidenta evite la aplicación de semejante ley tributaria, que sólo beneficiará a los competidores en Miami, pues no es un secreto que se intenta ensuciar la imagen bancaria panameña, ahora más, que estamos cerca de convertirnos en la sede permanente del Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). |