El queso, un alimento que gusta a todos, es también el favorito de gastrónomos y aficionados a la buena mesa. Por la amplia variedad de sabores, colores y consistencias de las que se puede escoger, el queso es un alimento idóneo para cualquier hora del día, ya sea como entremés, postre o merienda.
FACTORES A CONSIDERAR
Su comestibilidad, su valor nutricional y calidad, y la información que figura en la etiqueta son algunos factores que se habrán de tomar en cuenta al comprar quesos.
Antes de clasificar por grado de calidad o de proceder con la inspección de un producto de queso, la planta elaboradora deberá cumplir los requisitos específicos sobre calidad y condiciones sanitarias.
La Pirámide de Alimentación recomienda que se consuman diariamente 2 ó 3 porciones del grupo de los Productos Lácteos; es decir, leche, yogur o queso. Una porción es equivalente a 1 ½ onzas de queso natural o 2 onzas de queso elaborado.
Hay quesos desnatados, parcialmente desnatados o bajos en grasas. Si come un queso con un contenido alto de grasa, trate de ingerir otros alimentos bajos en grasa para mantener una dieta equilibrada.
ETIQUETAS
Las etiquetas que se fijan en las envolturas del queso natural, el queso pasterizado y otros productos incluyen importantes datos descriptivos. La etiqueta contiene el nombre y variedad del queso natural como son, por ejemplo, el queso Cheddar, el queso suizo y el queso Roquefort.
La etiqueta de los quesos pasterizados incluirá siempre la frase "proceso pasterización", junto al nombre de la variedad o de las variedades de queso para denotar que han sido sometidos a ese proceso. Ejemplo de tales quesos son el queso americano pasterizado y el queso suizo pasterizado.
COMO CONSERVAR EL QUESO EN LA CASA
Todos los quesos naturales se deben conservar en el refrigerador. Siempre que sea posible, se debe guardar en su envoltura original. Una vez que se ha abierto el queso, y para conservarlo por un período prolongado de tiempo, se deberá envolver bien en papel de plástico de cocina para que no entre el aire ni la humedad. A continuación se proporciona información sobre el tiempo de conservación de la calidad del queso en el refrigerador de la casa:
Quesos blandos sin añejar: requesón, 10-30 días; queso crema y Neufchatel -abierto,2 semanas; Ricotta, 5 días.
Añejados o curados: queso Cheddar, Edam, Gouda con corteza de cera; queso suizo, Brick - sin abrir 3-6 meses, abierto 3-4 semanas, en rajas 2 semanas.
Normalmente, el queso que se ha congelado pierde la consistencia que le caracteriza, por lo que tiende a desmenuzarse y perder su color. Sin embargo, los trozos pequeños (de una libra o menos, y de no más de una pulgada de espesor) de ciertas variedades pueden congelarse hasta por seis meses, si se manejan y conservan adecuadamente. Para evitar que pierdan humedad, una vez que se corta el queso se debe envolver en papel de aluminio o papel resistente a la humedad y guardar en el congelador. El producto se deberá congelar inmediatamente a una temperatura de 0°F. o menos.
Las variedades que se pueden congelar en pedazos pequeños son: Brick, Cheddar, Edam, Gouda, Muenster, Port du Salut, Suizo, Provolone, Mozzarella y Camembert. Los quesos pequeños como el Camembert pueden ser congelados en su envoltura original. Al sacarlo del congelador, descongele el queso en el refrigerador y úselo lo más pronto posible.
Con excepción de los quesos no añejados como el requesón y el queso crema, todos los quesos se deberán servir a temperatura ambiente para disfrutar del sabor y de la consistencia que los caracterizan. |