En el Gimnasio Jesús “Master” Gómez de Barraza sopla un aire que transmite boxeo. Allí conviven los boxeadores y entrenadores locales que a diario se reúnen unos, para poner a tono sus cuerpos y los otros, compartir sus conocimientos con los pugilistas.
Ese es el trabajo que todos los días realiza Rigoberto Riasco, ahora con un nuevo pupilo en su cuadra: Angelo Dottins. El también entrena a Miguel Callist.
En el caso de Dottins, el entrenador señala que “se trata de un muchacho con muchas cualidades que hay que corregirle ciertos errores, lo cual a mí me corresponde”. “El ha empezado a trabajar con mucho ánimo y estilo de hacer las cosas bien”, añade.
“Es aplicado y no llora por el trabajo; llega y trabaja con ganas, lo cual me exige a mí a hacerlo mejor para beneficio de su futuro”, señala.
“Metralleta”, no asistió el pasado sábado al gimnasio a entrenar. Sobre esto Riasco manifestó que “hay que conversar con él, para ver si acostumbró a no trabajar sábado, pero conmigo se trabaja de lunes a sábado”.
RIASCO EXIGE DISCIPLINA
“No es con la intención de sacar jugo, sino que yo exijo orden, disciplina y responsabilidad, porque si en el entonces que yo fui boxeador me dio resultado hasta llegar a ser campeón del mundo, a ellos también les dará frutos”, puntualizó. |