Tropas danesas descubrieron 36 morteros que pueden contener restos de armas químicas en las cercanías de Amarah, en el sur de Irak.
El armamento, que estaba envuelto en bolsas de plástico y que fue entregado para su análisis a las fuerzas británicas, puede formar parte de un arsenal mayor que dataría de la guerra de Irán e Irak entre 1980-1988. |