Las autoridades españolas desarticularon dos células islamistas interrelacionadas y presuntamente dedicadas al envío de terroristas a Irak, entre ellos el suicida argelino que atentó contra la base italiana de Nasiriya en 2003.
Un total de 20 personas, la mayoría marroquíes, fueron detenidas en las localidades de Vilanova i la Geltrú y Sant Boi Llobregat (Cataluña), en Madrid y en Lasarte (País Vasco).
Las dos células, que tenían ramificaciones en varios países de Europa, norte de Africa y Oriente Próximo, fueron identificadas gracias a la investigación y seguimiento de las tramas internacionales del Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM) y del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC).