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Científicos han recopilado importante evidencia que lleva a concluir que el fumar incrementa el riesgo de contraer cáncer de mama. Investigaciones previas produjeron resultados variados y algunas incluso habían sugerido que el fumar podía evitar la aparición del mal.
Sin embargo, un amplio estudio en más de 116.000 mujeres realizado por el Departamento de Servicios de Salud en California sugiere que el fumar genera una significativa amenaza. El trabajo está publicado en la revista del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos.
Durante los cuatro años que duró el estudio, 2.005 mujeres fueron diagnosticadas con cáncer invasivo de mama. La tasa entre mujeres que fumaban fue de cerca de 30% más alto que en aquellas que nunca habían probado un cigarrillo.
MÁS TIEMPO FUMANDO, MÁS RIESGO
Las mujeres que comenzaron a fumar antes de los 20 años y aquellas que iniciaron el hábito al menos cinco años antes de su primer embarazo, mostraron el mayor riesgo.
Se cree que amamantar a hijos recién nacidos ayuda a las mujeres a protegerlas contra el cáncer de seno, pero el fumar puede contrarrestar este efecto.
Las fumadoras muy activas o que han fumado durante un largo periodo de tiempo también están en mayor riesgo.
En todo caso, hay buenas noticias para las que dejaron a un lado el hábito. Los investigadores no encontraron evidencia de un incremento significativo del riesgo entre ex fumadoras.
Tampoco hubo evidencia de que las fumadoras pasivas podrían estar en riesgo de contraer la enfermedad.
Al parecer las toxinas que producen el tabaco se alojan en las zonas grasas del seno. En todo caso, los investigadores indicaron que aún tienen que llevar a cabo más pruebas para determinar por qué el fumar incrementa el cáncer de mama. |
