Aunque duela se debe comprender que el país grande se aprovechará del pequeño. Esto incluso ocurre en el mismo reino animal, ¿y qué decir de los seres humanos? Panamá por tener una posición geográfica privilegiada (el sitio más delgado entre los dos océanos), tuvo relaciones con EU desde hace siglos.
De allí surgió el ferrocarril que iba del Atlántico al Pacífico en poco más de una hora. Transportó mucha gente y riqueza durante la fiebre del oro en California.
Luego vino el Canal y por supuesto que EU hizo todo lo que pudo para construir la maravillosa obra, que ahora casi cien años más tarde sigue funcionando bien.
Eramos un país atrasado y eso se lo debíamos en gran medida a la miopía de los colombianos.
En más de ochenta años nos consideraron una fuente de ingresos, pero no de desarrollo. Además, fuimos escenarios de sus guerras internas, como la de los Mil Días, que diezmó a muchas familias panameñas.
Hay que decirlo aunque duela a algunos. Gracias a que EU quería un Canal libre de enfermedades (que hicieron fracasar a los franceses), nos sanearon el país.
Nos trajeron su modernismo y su manera de vivir de país desarrollado. También algunas cosas negativas, pero no era obligatorio que las adoptáramos.
Por eso cualquier persona que visite Centroamérica notará la gran diferencia que existe en el desarrollo material, si comparamos con Panamá.
Claro que en la explotación del Canal abusaron de los panameños, con la odiosa discriminación del "silver rol". Además molestaba la manera privilegiada en que vivían los "zonians", nivel de vida que no disfrutaban sus propios compatriotas en los mismos EU.
Y fueron esos "zonians" los que provocaron la matanza del nueve de enero del año sesenta y cuatro. No querían que la soberanía panameña se reconociera en la Zona, porque eso significaba el final de sus privilegios y prebendas.
Los comunistas (ñángaras) se aprovecharon de esta situación para tratar de sembrar el odio hacia Norteamérica, en los corazones de los panameños. Al caer la Cortina de Hierro y el comunismo, se comprobó que desde Rusia se financiaba a grupos comunistas para que atacaran a EU en todo el mundo, incluyendo Panamá.
Pero el panameño no es un ser que odia. Además, comprende que "una cosa es el gobierno y otra el pueblo". Esto lo vivimos en carne propia con la dictadura de Noriega. Muchos en el exterior pensaban que todos los panameños éramos bandidos.
Además, muchas familias panameñas tienen lazos de unión con norteamericanos por los numerosos matrimonios que sucedieron.
Ya no están los gringos ni existe la Zona del Canal. Al fin somos soberanos. Tenemos que agradecer a mucha gente que dio su vida y sangre para conseguir esto.
Y como nación plenamente independiente, debemos buscar los mejores intereses para que nos ayuden en nuestro desarrollo. ¡Yo prefiero un gringo conocido que un chino comunista desconocido! ¿Y Ud. qué prefiere? |