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Álvaro Menéndez Franco |
El autor de La nueva voz de los antiguos ríos, La marcha de los descalzos y Portal, habla al desnudo sobre su extirpe familiar y sus actvidades literarias donde ha ganado muchos reconocimientos, entre los que destaca el Miró de 1957.
Como todo poeta que se nutre de lo cotidiano para poder estar cerca de la realidad, este autor es un usuario empedernido de los "diablos rojos", donde sus experiencias son ricas, desde el punto de vista existencial.
"Usualmente, cuando los conductores me reconocen no me quieren cobrar el pasaje, es la parte pintoresca de una experiencia cotidiana. También, a veces, soy testigo de los maltratos de los usuarios", dijo el poeta de 73 años.
Según Álvaro, que pasó su infancia en calle 13 Oeste de Santa Ana, él se monta a estos vehículos porque aquí encuentra un mundo ligado a la literatura: "Los asientos de la derecha son de tres personas; Avancen al fondo que hay sitio", así recreó estas paradojas de lo absurdo.
HIJO DE UN COMBATIENTE REPUBLICANO
Doctorado en Filosofía y Letras por la Universidad de Phoenix, Arizona, ha sabido ser tolerante en una sociedad donde la intolerancia contra los poetas es una regla sin excepción.
Hijo de un combatiente republicano que se enfrentó a los falangistas de Franco en la España de los 30, Álvaro también es heredero de un linaje familiar donde las letras y los ideales son ingredientes infaltables.
Aún recuerda a su abuelo, un médico colombiano exiliado en Panamá, que incursionó en la poesía y desarrolló una intensa actividad cultural con bastante éxito hasta que fue repatriado.
"Actualmente en Panamá hay 16 Francos que estamos involucrados con las actividades que se desarrollan en este país", aseguró con orgullo este venerable escritor cuya fama ha desbordado las fronteras.
"Todos estamos emparentados por la sangre de este apellido, somos primos, tíos, sobrinos. Cada generación produce un poeta, un novelista, un pintor o un acuarelista", dijo.
POESIA EN CRISIS
Ante la tesis de que la poesía se encuentra en una crisis mortal en América Latina, el escritor asegura que la riqueza de esta actividad literaria es universal y los límites de su influencia son amplios en otros campos.
"Los modernos medios de comunicación han asimilado mucho de la poesía para reforzar sus mensajes dirigidos al público. Por ejemplo, de pronto Usted ve que en la pantalla chica un ojo humano se convierte en un globo terráqueo", anotó.
Álvaro, que actualmente ha sido designado legislador en el PARLACEN, evocó la actividad de los poetas con una frase del francés universal Paul Eluard, quien decía que los poetas son ingenieros y los novelistas albañiles, aunque sin trazar una frontera entre ambas actividades hermanas.
"Cuando se trata de libros de poesía, soy como un niño que se encuentra ante una gran cantidad de dulces y meto la mano en todo lo que puedo", dijo denotando la fascinación que genera en él, los versos.
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