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Sin embargo, soy un pésimo padre

Redacción | Crítica en Línea

La mayoría de las persona expertas en temas de familia han coincidido en señalar que para llegar a ser un buen padre, hay que ser primero un buen esposo.

La experiencia de algunos estudiosos han demostrado que "cada ser humano es el resultado de la relación entre dos individuos: su padre y su madre. Y esa relación sigue viviendo dentro de cada uno como una armonía bellísima o como una laceración dolorosa. La relación entre nuestros progenitores nos constituye en lo que somos.

Un niño siente con todo su ser la relación entre sus progenitores, sea cual sea, la siente en sí mismo. Si la relación está envenenada, el veneno circulará por su organismo. Si la atmósfera no es armoniosa, crecerá en la disonancia. Si está llena de ansias e inseguridades, también su futuro será incierto".

La conclusión entonces parece clara: si quieres ser un buen padre, sé un gran marido. Si quieres ser una buena madre, sé una gran compañera para tu marido. Esto que parece simple, en la práctica no lo es. ¿Por qué?

Hay muchas situaciones que no permiten que usted sea un buen padre. Una de ellas el poco tiempo que las parejas pasan juntas, ya sea por cuestiones laborales o infidelidades de una de las dos partes.

Si usted como marido no desarrolla esa cohesión de amor con su esposa, sus hijos no recibirán esta conexión y el resultado será que tendremos en frente a un mal padre que no atiende a sus hijos como debe ser.

Los efectos no son inmediatos, y al principio no son evidentes, pero cuando vemos que nuestros hijos comienzan a sufrir los mismos problemas de pareja que nosotros sufrimos cuando éramos jóvenes, es que todo comienza a hacer sentido.

No eche a perder la relación entre su media naranja y usted. Es cierto que las salidas a comer o al cine ya no van a ser como antes, pero por lo menos hágalo cuando haya platita, o sea en la quincena.

Pídale a una amiga, suegra o madre que se encarguen de los niños por un par de horas para que usted pueda seguir enamorarse de su esposa para siempre.



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