El presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, expresó ayer su "profunda preocupación" por las muertes de civiles en Israel y Gaza.
En declaraciones a la prensa tras una reunión con su equipo económico, Obama, quien había sido blanco de críticas por su silencio en torno a la violencia en la zona, aseguró que tras su investidura el próximo día 20 su Gobierno se "implicará de manera activa y consistente" en el conflicto en Oriente Medio.
El Presidente electo insistió en que hasta entonces no se pronunciará sobre la situación debido a que "presidente sólo hay uno" y en la actualidad el cargo aún lo ocupa George W. Bush.