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Los familiares de los muertos movieron sus restos a otro lugar más seguro, no podían esperar permiso del Municipio.  |
Pareciera un guión de película, pero es un desastroso episodio que atraviesa la población bocatoreña, "el mar se está llevando los muertos del cementerio municipal".
Hace varios años la población advertía el peligro, hoy día, varios l restos se han perdido para siempre en las embravecidas aguas del mar Atlántico.
Se observan las cruces sumergidas, pedazos de las paredes de las tumbas, flores que con el vaivén provocado por las olas parecieran decir adiós a quienes le adornaron sus lápidas.
El cementerio ha sido una de las víctimas del mar, primero lo fueron algunas casas de antiguos residentes, posteriormente la casa de médicos y enfermeras y ahora el campo santo.
El peligro continúa porque a unos cuantos metros se encuentra el hospital regional de la Isla Colón, cabecera de la provincia.
Mucho más cerca está el asilo de ancianos y una docena de casas de particulares quienes ya no pueden dormir tranquilos pensando que al despertar lo pueden hacer en el agua, algunos ranchos de descanso ya han sido removidos.
Arturo Correa, del Comité Pro Rescate del cementerio, comentó que desde hace varios años venían luchando por lograr los fondos necesarios para la construcción de un muro de contención, finalmente lograron B/. 49 mil.
Los trabajos se iniciaron en septiembre y entregados en noviembre pero durante los trabajos se le advirtió a los constructores que la obra no soportaría la embestida del mar, pero les hicieron caso, solamente porque no es ingeniero. "Siempre pasan estas cosas porque a las autoridades no les importa con los bocatoreños", expresó Correa. |