No conozco las interioridades, pero se ha hecho una propuesta para que los Magistrados de la Corte Suprema de Justicia, puedan obtener una jubilación especial cobrando una jugosa cantidad de diez mil balboas.
La proposición fue presentada en el Informe Teórico sobre el Fortalecimiento de la Autonomía Financiera y Presupuestaria del Organo Judicial, por el consultor del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Carlos González, quien señaló que esta jubilación tendría un carácter autosostenible y cada servidor judicial que se beneficie de ella haría aportes adicionales en el período de cotización para solventarla.
Es preocupante, que en un país donde se hacen grandes esfuerzos para salvar a la Caja de Seguro Social y sus programas relacionados con la jubilación de los trabajadores, se haga una propuesta de este tipo en donde se beneficia a un minúsculo sector de la población, cuyos salarios son altos y que, además, pertenecen a grupos con ingresos superiores a la mayoría.
Muchos son los panameños que a base de esfuerzos han logrado obtener una posición desahogada que les permite vivir de manera decorosa, pero también es cierto que sus jubilaciones son el producto de cálculos en donde su remuneración post laboral será el resultado de sus mejores sueldos.
No entendemos entonces, por qué quienes cuentan con tantos privilegios otorgados por la ley, como escoltas personales, conductores, vehículos y sueldos astronómicos, sean también beneficiados con esta propuesta.
¿Cómo se realizará este cálculo?, ¿Cómo se realizará la autogestión mencionada en el documento? ¿Cómo se hará con los magistrados jóvenes cuya edad de jubilación llegue mucho después de haber concluido su período?
Esas son interrogantes que nos quedan y creemos importante que sean solventadas por quienes han desarrollado esta iniciativa, a nuestro juicio, exclusivista y que demuestra la existencia de grupos privilegiados. |